Durante la jornada del miércoles, los palestinos están conmemorando el “Día de la Nakba” en los territorios de Cisjordania y Gaza. También conocido como el día de la “catástrofe”, la jornada reivindicativa recuerda la huida o expulsión de sus aldeas tras la creación del estado de Israel en 1948.
En Ramallah, cientos de personas marcharon desde la tumba del ex líder palestino Yasser Arafat hasta el centro de la ciudad, pidiendo el “derecho al retorno” para recuperar las que fueron sus propiedades en el territorio que hoy comprende Israel.
En Gaza, miles de personas se agruparon en diferentes puntos a lo largo de la frontera. A pesar del estado de alerta de las fuerzas de seguridad israelíes, durante la mañana las protestas transcurrieron sin mayores incidentes. Según reportó la televisión israelí, efectivos de Hamás, con visibles petos de color naranja, controlaban que los convocados no se acercaran a la valla fronteriza para evitar choques violentos. No obstante, a la tarde se contabilizaban 30 heridos entre los más de 7.000 manifestantes. Según las FDI, Hamás promovió una huelga en escuelas y negocios para alentar a los ciudadanos a acudir al a protesta.
En Cisjordania, las tropas israelíes también estaban en máxima alerta. El último estallido violento ocurrió hace poco más de una semana, cuando Hamás y la Yihad Islámica dispararon más de 600 cohetes hacia Israel desde la Franja de Gaza, matando a cuatro civiles israelíes. Los bombardeos de las FDI acabaron con 25 palestinos en Gaza, entre ellos más de una decena de integrantes de los grupos terroristas.
El parlamentario árabe-israelí Ahmad Tibi, de la coalición Hadash-Ta’al, participó en los actos de Ramallah, donde afirmó que “el arma más poderosa del pueblo palestino contra el plan de Trump es decir no. El no que dice cada niño palestino; el no del presidente a una Palestina sin Jerusalén, sin un estado, sin soberanía y sin derechos en la tierra natal”.