Los altos mandos de Israel más dispuestos a corregir que romper el acuerdo

Yoav Galant Foto: Knéset

El ministro de Construcción y Vivienda, general (retirado) Yoav Galant, afirmó que una eventual retirada del acuerdo firmado entre las potencias mundiales e Irán llevaría a Teherán a detener el programa nuclear.

Galant, integrante del Gabinete de Seguridad, le dijo al diario Yediot Aharonot que si Trump decide abandonar el acuerdo y reactivar las sanciones sobre la República Islámica “eso llevará a Irán a una total detención de su programa nuclear, como así también a la cuestión de los misiles, los mecanismo operativos para las armas nucleares, el aumento del enriquecimiento y por su puesto la supervisión a otro nivel”.

Galant manifestó que “cuando los iraníes se den cuenta que no deben meterse con Trump y cuando enfrenten duras sanciones -que significan que cualquiera que comercie con ellos no puede comerciar con EE.UU.-, eso tendrá consecuencias de largo alcance”.

El ministro comparó el acuerdo nuclear con Irán con el pacto de Múnich que firmaron países europeos con los nazis en 1938, “el cual solamente pospuso un año la guerra y obtuvo una guerra bajo peores condiciones”.

Galant evaluó que el conflicto entre Irán y EE.UU. podría afectar directamente a Israel. “Podría conducir al aumento de la fricción entre nosotros e Irán y sus agentes, Hezbollah. Ellos tratarán de presionarnos y en consecuencia a los norteamericanos también. Lo que significa que si un conflicto armado se desata entre EE.UU. e Irán, el arma que Irán tratará de usar contra EE.UU. será Hezbollah contra Israel. Estamos preparados para ese tipo de escenario”, agregó.

En cambio, el jefe del Estado Mayor, Gadi Eizenkot, durante una entrevista ofrecida al diario Haaretz se abstuvo de vapulear el acuerdo nuclear con Irán, indicando que de acuerdo a lo que sabe, “está funcionando”.

Los militares retirados que se pueden expresar más libremente que Eizenkot han manifestado abiertamente que si bien el acuerdo nuclear no arroja al basurero la nuclearización iraní en el futuro, sigue ofreciendo a Israel una valiosa ventana de oportunidades para tratar los peligros más inmediatos.

El general (retirado) Amos Gilad, ex jefe del Departamento de Investigación de la Inteligencia Militar y ex director del Departamento de Políticas del Ministerio de Defensa, quien expresó sus reservas sobre el pacto nuclear cuando se firmó en 2015, cree ahora que un compromiso de EE. UU. con el acuerdo es el mejor -o el menos peor- de todos los escenarios posibles.

Gilad estimó que la retirada de EE. UU. del pacto nuclear ayudaría a Irán más que a Israel.

Israel, señaló, se está beneficiando de la posibilidad de «priorizar» las amenazas que enfrenta.

«Si Irán continúa suspendiendo su proyecto nuclear durante ocho o diez años, en concordancia con el acuerdo, eso nos permitirá concentrarnos en las amenazas más urgentes relacionadas con el ejército iraní que está estableciendo una presencia en Siria, y preparar al ejército israelí para la posibilidad de que, en el futuro, tengamos que lidiar con el [problema] nuclear si estalla una confrontación».

Gilad  exteriorizó abiertamente sus temores que «un anuncio estadounidense de que se está retirando del acuerdo permitiría a Irán abrir una brecha entre las potencias mundiales y aflojar gradualmente la supervisión internacional sobre su programa nuclear. Si los estadounidenses abandonan el acuerdo, tienen que prepararse para las alternativas, y no veo que se esté haciendo eso».

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