La Jihad Islámica Palestina (JIP) ha lanzado un nuevo cohete contra Israel, que cuenta con una ojiva de 300 kilogramos, y que dejó un inmenso cráter de 16 metros de diámetro y dos metros de profundidad, donde explotó, en el sur del territorio israelí, según el Canal 12 de la televisión.
El cohete, llamado «Buraq 120» fue lanzado, por la organización terrorista, durante la reciente ronda de violencia, y cayó en un área abierta de una comunidad en las cercanías de la Franja de Gaza.
El reporte añade que el tamaño del cohete sorprendió a Israel y destaca que fue desarrollado localmente en el enclave costero con la asistencia de ingenieros iraníes.
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Según el Canal 12, la Jihad Islámica ha logrado, en algunos aspectos, superar las capacidades del grupo terrorista palestino Hamás, que controla Gaza. Sin embargo, la organización terrorista chií libanesa Hezbollah en el Líbano posee cohetes de ese tamaño y aún más grandes que apuntan a Israel, algunos de ellos cuentan con sistemas guiados de precisión.
La Jihad Islámica ha recibido cientos de millones de dólares por parte de Irán, con la expectativa de que sus aliados en Gaza y en el Líbano lancen miles de cohetes y misiles contra Israel en el caso que se desate una guerra entre Teherán y Jerusalén.
Desde la madrugada del martes 12, al jueves 14 por la mañana, la Jihad Islámica lanzó 450 cohetes y proyectiles de mortero, desde Gaza, contra Israel. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) respondieron con ataques aéreos contra posiciones, bases y fábricas de armas de los islamistas y contra las células terroristas que lanzaban o se disponían a disparar los cohetes.
Fuentes palestinas reportaron 34 muertos en Gaza, durante los combates. Fuentes israelíes destacaron que 25 de los fallecidos eran miembros de las organizaciones terroristas.
Mientras que 58 israelíes sufrieron heridas moderadas, leves o fueron atendidos en estado de conmoción.