La Corte Suprema de Justicia ordenó al ministro de Defensa, Avigdor Liberman, que permita el ingreso a Israel de noventa palestinos para que participen en una ceremonia conjunta palestino-israelí en memoria de los muertos en el conflicto, indicando que su decisión de prohibirla es “insensata” y “desequilibrada”.
Liberman rechazó la sentencia, argumentando que busca equiparar a los “terroristas” con las familias dolientes.
Los palestinos fueron invitados a participar en la ceremonia anual, organizada por los grupos Combatientes por la Paz y Familias Dolientes Israelíes y Palestinas por la Paz como alternativa a los eventos oficiales del Día del Recuerdo a los Caídos y Víctimas del Terrorismo.
«La decisión del ministro de Defensa no toma en cuenta la realidad de los eventos y las expectativas de los participantes en la ceremonia», escribió la Corte. «Ignora por completo el daño a las familias en duelo y al público que desean llevarlo a cabo en la forma como se realizó en los años anteriores».
El tribunal aseveró que la decisión de Liberman es «insensata» y «desequilibrada» a tal punto que tuvo que intervenir.
El Coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios, que depende del Ministerio de Defensa, le señaló a Liberman que los palestinos invitados no implican un peligro para la seguridad y recomendó otorgar los permisos de ingreso. Pero Liberman rechazó las solicitudes alegando que la ceremonia conjunta es de “mal gusto «.
«Esa no es una ceremonia conmemorativa, sino una demostración de mal gusto e insensibilidad que daña a las familias dolientes es son lo más preciado para nosotros», afirmó.
La Corte determinó que el Ejército debe permitir el ingreso de noventa participantes de Cisjordania, el mismo número que en 2016. En 2017, los palestinos no pudieron participar.
Liberman criticó duramente la decisión de la Corte y añadió que equipara a «familias dolientes con los terroristas, a las víctimas con los asesinos».
«El fallo del tribunal daña el día más unificador del pueblo israelí», expresó. «El resultado final es que en vez de unidad, hay división»
Entre los oradores del evento conjunto israelí-palestino se encuentra el escritor David Grossmann, cuyo hijo cayó en combate en la Segunda Guerra del Líbano, y Amal Abu Saad, cuyo esposo Yaqoub Mousa Abu al Qiaan fue muerto a tiros por la policía en Umm al Hiran, en un trágico episodio, en el Negev, hace un año.
Los organizadores argumentaron que Liberman tenía la intención “de herir a las familias de israelíes y palestinos que desean conmemorar juntos el Día del Recuerdo con respeto mutuo y con el reconocimiento que el dolor y el sufrimiento no es solo de ellos solos, y no es exclusivo de ninguna de las partes».