Jordania llamó a consultas a su embajador en Israel, Ghassan Majali, como señal de protesta por la negativa de Jerusalén de excarcelar a dos ciudadanos jordanos que se encuentran bajo el régimen de detención administrativa, anunciaron funcionarios del Ministerio de Exteriores en Amman.
Paralelamente, según los medios árabes, un ciudadano israelí fue detenido al intentar cruzar ilegalmente la frontera hacia el Reino Hachemita. La cancillería israelí indicó que está revisando este último asunto.
El aumento de las tensiones entre Amman y Jerusalén se produce justamente al conmemorarse el 25 aniversario del tratado de paz entre ambos países. Egipto y Jordania son las únicas naciones árabes que mantienen relaciones diplomáticas completas con Israel.
Heba al Labadi, una ciudadana jordana, de origen palestino, fue detenida a cruzar el puente Allenby, el 20 de agosto pasado, para asistir según dijo a un casamiento. Labadi, que está llevando a cabo una huelga de hambre en protesta por su detención, fue hospitalizada la semana pasada en el Hospital Bnei Zion de Haifa, y dada de alta el martes, tras recibir fluidos el jueves y el lunes.
Labadi, de 32 años, se encuentra recluida en la prisión de Kishon en el norte de Israel. Según los reportes, los servicios de seguridad sospechan que mantiene vínculos con la organización terrorista libanesa Hezbollah.
El diario Haaretz reportó que las fuerzas de inteligencia israelíes sospechan que Labadi fue enviada a Cisjordania a reclutar agentes para Hezbollah.
El Ministro de Seguridad Pública, Gilad Erdan, expresó que Labadi se encuentra en buen estado y minimizó la disputa con Amman. “Sugiero dejar de lado los discursos fúnebre sobre las relaciones con Jordania”.
El segundo ciudadano jordano detenido en Israel es Abdul Rahman Miri, de 29 años, quien fue arrestado el 2 de septiembre pasado también en el puente Alleby bajo sospechas de “delitos de seguridad”.