Israel ordenó nuevas restricciones para contener el coronavirus que implican una reducción forzosa de la actividad laboral en el sector público y privado, anunció en una rueda de prensa el primer ministro en funciones, Benjamín Netanyahu.
Las medidas, que en su mayoría estarán vigentes durante cinco semanas, son las siguientes:
– Las empresas privadas deberán reducir los empleados en sus oficinas en un 70%. Las compañías de hasta diez trabajadores podrán seguir con normalidad si toman las precauciones recomendadas.
– El sector público solo mantendrá servicios básicos y funcionará según «medidas de emergencia». La plantilla de funcionarios quedará reducida al mínimo.
– Control digital de los contagiados. Esta medida -criticada por las violaciones a la privacidad que supone- implica el uso de métodos de geolocalización telefónica propios de la lucha antiterrorista. Se adoptará en carácter de emergencia por un mes, sin la aprobación parlamentaria requerida.
Israel ha tomado medidas contundentes estas últimas semanas para evitar la propagación del COVID-19 -que registra 277 contagiados-, lo que ha causado un paro parcial en su vida cotidiana y económica.
Estos son algunas de las medidas ya adoptadas:
– Bares, restaurantes, centros comerciales, hoteles y otros comercios no esenciales están cerrados. Supermercados, farmacias, hospitales o industrias productivas básicas siguen en funcionamiento.
– Escuelas, universidades, guarderías o centros de educación especial se mantienen clausurados. La actividad educativa sigue de manera virtual en la medida de lo posible.
– Competiciones y eventos deportivos están cancelados por completo.
– Prohibidas las reuniones públicas de más de diez personas. Se recomienda mantener una distancia de dos metros por precaución.
– Cierre del país a los extranjeros no residentes.
– Cualquier israelí o ciudadano extranjero -con residencia en el país- que llega desde cualquier parte del mundo debe estar catorce días en cuarentena. EFE