Alí Bashar, migrante iraquí de 22 años, fue condenado a cadena perpetua por el juez Juergen Bonk, por la violación y el asesinato de una adolescente judía alemana.
Bashar había emigrado a Alemania en 2015 junto con su familia desde la región del Kurdistán. Su solicitud de asilo había sido rechazada y Bashar esperaba el resultado de la apelación cuando se reunió con Susanna Feldman, de 14 años, en el bosque cerca de Wiesbaden.
Bashar, quien al momento del suceso se encontraría drogado, niega haber violado a Feldman y sostiene que tuvieron relaciones consensuadas y cuando ella amenazó con llamar a la policía la golpeó causándole la muerte. El iraquí cuenta con antecedentes que lo señalan como violador de una niña de 11 años, entre otros delitos.
Bashar, quien había huido al norte de Irak, fue extraditado a Alemania para ser juzgado. A pesar de haber recibido cadena perpetua, este pudiera ser elegible para libertad condicional en solo 15 años.