La Fuerza Aeroespacial de los Guardianes de la Revolución de Irán aseguró que podría haber derribado un avión militar P8 estadounidense con 35 personas a bordo que, según alega, violaba el espacio aéreo iraní junto al dron abatido el jueves.
«Podríamos haber apuntado a ese avión también, pero nos abstuvimos de hacerlo porque nuestra intención era solo enviar un mensaje a las fuerzas terroristas estadounidenses en la región», aseveró el comandante de esta Fuerza, Amir Ali Hajizadeh.
Hajizadeh manifestó que el P8 volaba «al lado» del avión no tripulado estadounidense que fue derribado el jueves con un misil tierra-aire de la Fuerza Aeroespacial de los Guardianes, según la agencia oficial IRNA.
El comandante alegó, asimismo, que los estadounidenses ignoraron las advertencias emitidas por Irán de que los aparatos estaban violando su espacio aéreo.
Las autoridades iraníes justificaron hoy su acción mostrando restos del dron, que según dicen, fueron recuperados en las aguas territoriales de Irán; mientras que EEUU afirma que el aparato no violó el espacio aéreo iraní.
También presentaron ante Naciones Unidas y ante la Embajada suiza en Teherán, que representa los intereses de EEUU, las presuntas coordenadas del dron en el momento de ser abatido.
El ministro iraní de Exteriores, Mohamad Javad Zarif, argumentó que el dron despegó de Emiratos Árabes Unidos «en modo oculto y violó el espacio aéreo iraní» al ser dirigido a las coordenadas 25°59’43″N 57°02’25″E, cerca de la zona iraní de Kuhe Mobarak.
Zarif afirmó que Irán no busca una guerra con EEUU pero que defenderá «con celo» sus tierras, aguas y espacio aéreo, en un momento de crisis entre ambos países.
El presidente estadounidense, Donald Trump, confirmó que este jueves ordenó un ataque contra Irán en represalia por el derribo del dron, pero que después suspendió la orden para evitar víctimas.
Trump explicó que estaban dispuestas a atacar tres lugares diferentes en Irán, lo que habría causado 150 muertos, una respuesta que -consideró- no proporcionada. EFE y Aurora