India e Israel: ¿Una alianza estratégica?

Narendra Modi y Biniamín Netanyahu Foto: Kobi Gideon GPO

Oded Eran

La segunda década del siglo XXI ha traído enormes cambios al mapa de las relaciones internacionales de Israel, que asciende a un nuevo conjunto de alianzas formales e informales. La visita a Israel del primer ministro indio, el honorable Narendra Modi, puede ser vista como uno de los hitos en este proceso.

India, con su comunidad musulmana de considerable tamaño, y uno de los fundadores del bloque de los no alineados tratando de desligar el apoyo automático de los países árabes a su archienemigo, Pakistán, y con su dependencia del petróleo árabe y las remesas de los trabajadores indios en el Golfo, siempre se puso del lado del bloque árabe cuando el conflicto árabe-israelí llegó a los organismos de la ONU. El colapso del bloque soviético, la Conferencia de Madrid de 1991, que más tarde dio paso al comienzo de las conversaciones directas y a acuerdos con Israel, y el establecimiento en 1992 de un gobierno de centro-izquierda en Israel, trajo a la India, así como al otro gigante asiático, China, a establecer relaciones diplomáticas plenas con Israel. Con los años, el patrón de votos de estos dos países no ha cambiado, y los principales esfuerzos diplomáticos y económicos de Israel se dirigieron a Occidente –a EE.UU. y Europa-. Una excepción importante fue la exportación de armas israelíes, que terminó en el año 2000 en el caso de China, pero que incluso ha aumentado en el caso de la India.

La elección de Modi como primer ministro de la India aceleró el proceso de mejora de las relaciones entre los dos países y su exposición al público. Cuando llegó al poder en 2014, la agitación en el mundo árabe ya había empañado la percepción de un bloque cohesionado ejerciendo influencia y poder político y económico; esto ayuda a explicar el desacoplamiento de la actitud de la India hacia Israel y los palestinos. El primer ministro Modi visitó Israel, pero no sintió la necesidad de equilibrar con una visita a Ramallah, a pesar de que Abu Mazen (Mahmud Abbás) fue bien recibido en Delhi. Así, los desarrollos del mundo árabe facilitaron indirectamente el progreso, que se basa en tres de los imperativos de crecimiento de la India: la ampliación de la base económica y los motores del crecimiento; la mejora de la calidad de vida de la población india; y la lucha contra el terrorismo.

La economía de la India se basa fuertemente en los servicios y, en particular, en la IT (Tecnología de la información) que representa casi el 60 por ciento del PBI. La industria representa menos del 25 por ciento y la agricultura aún menos, aunque este sector es el mayor empleador. Si la India tiene como objetivo crear una economía más equilibrada; Israel podría prestar asistencia, marginal, pero no insignificante, en la gestión del agua y la utilización y el desarrollo de ciertos cultivos. La producción de agua potable con la tecnología avanzada de Israel en la desalinización va a mejorar la calidad de vida de una gran parte de la población de la India, especialmente en las zonas áridas. En la declaración conjunta que resume la visita, los dos primeros ministros se refirieron a la «asociación estratégica en el agua y la agricultura». Un aumento en la participación de la industria de la economía de la India requerirá entre otras cosas, el desarrollo de la I+D (Investigación y Desarrollo) industrial y la capacidad continua para mantener la ventaja innovadora. En ambos hay mérito en la cooperación bilateral, y Modi y Netanyahu estuvieron  de acuerdo en el establecimiento de un Fondo India-Israel de cuarenta millones de dólares para I+D e Innovación. Ambos países también acordaron la cooperación en relojes atómicos, enlaces ópticos GEO-LEO, y otras áreas científicas, incluyendo la salud. Se firmaron siete acuerdos durante la visita, la creación de un nuevo y más alto nivel de las relaciones para la expansión.

La cooperación bilateral en el campo de la seguridad se está moviendo desde las ventas de Israel a la India hacia la co-producción. Hay, por supuesto, el peligro de que eventualmente las ventas israelíes se reduzcan drásticamente. Los dos países pueden encontrar conjuntamente soluciones que dependen de las innovaciones de Israel en el diseño y desarrollo de armas o en la búsqueda de mercados para terceros .Un tema aparte en el ámbito de la seguridad es la cooperación en la lucha contra el terrorismo, que ha atacado a ambos países. A pesar de las diferentes circunstancias de los dos países, la metodología y el equipamiento son áreas de cooperación entre Israel y la India.

Cuando Netanyahu y Modi se encontraron, había otros dos líderes que no estaban presentes pero se asomaban desde el trasfondo: los presidentes Trump y Xi Jinping. Los líderes de Israel y la India pueden encontrar un lenguaje común con el nuevo presidente de Estados Unidos con más facilidad que con su predecesor. En la búsqueda para reafirmarse en regiones claves del mundo, EE.UU. puede encontrar a Israel y la India dispuestos a participar en un ambiente informal de «coalición de voluntades». Esta disposición podría, por ejemplo, comenzar con un diálogo estratégico en la región que se extiende desde el Mediterráneo hasta el Océano Índico y otros temas de interés común. De hecho, la declaración conjunta habla de una «asociación estratégica» en general en la descripción de las relaciones bilaterales.

El factor chino es complicado, particularmente para Israel, ya que trata de ampliar sus relaciones económicas y científicas con China. La amplia cooperación militar entre India e Israel está en marcado contraste con el vacío total en este sector de las relaciones Israel-China impuestas a Israel por parte de EE.UU. China ha hecho la vista gorda a esta comparación, pero es posible que no vean con buenos ojos incluso un tácito diálogo India-Israel en relación con su zona de intereses inmediatos de seguridad, especialmente bajo los auspicios de EE.UU.

Las relaciones que Israel ha forjado con estas dos potencias asiáticas emergentes representan un cambio importante en el componente de las relaciones exteriores del equilibrio estratégico general de Israel. Las dos son muy diferentes entre sí y representan diferentes dilemas para Israel. Si bien puede parecer que el lenguaje común, una mayor semejanza del sistema político, y la existencia de una diáspora judía e india en EE.UU. son activos en el desarrollo de las relaciones con mayor facilidad y rapidez con la India; China ofrece a Israel oportunidades económicas más grandes y más atractivas en el corto y medio plazo. Navegar entre China e India, monitorear sus diferentes relojes económicos, y la yuxtaponer estas tendencias con los desarrollos globales requiere la coordinación hábil y astuta en los niveles diplomáticos, económicos, de seguridad en los sectores públicos y privados. Todos estos sectores en Israel se mantendrán intensamente ocupados por las intrincadas relaciones del país con la India y China.

Fuente: INSS

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