En el Parque Arqueológico de Magdala
En la localidad de Migdal, a orillas del Kineret o Mar de Galilea, se abrió al final del año pasado el nuevo Hotel Magdala, un hospedaje con 160 habitaciones, que tras funcionar pocos meses debió cerrar sus flamantes puertas por el virus que paralizo al país en general y al turismo en especial. Pero a partir del 18 de junio se reabrirá, tras cumplir con todas las medidas de higiene y seguridad de acuerdo a las exigencias del código violeta.
Es un complejo que ocupa una superficie muy amplia, lo cual permite que los huéspedes tengan su espacio propio. Ofrece al visitante toda su magnificencia tanto en turismo como en historia y arqueología y con la mejor atención al huésped. Otras ventajas recomendables son los sitios turísticos que se hallan en la cercanía y conviene visitar. Tales como el Monte Arbel, Tiberíades, el Jordán montañoso, el sitio Tabgha, la cascada Ein Eyov, el sitio Yardenit, y otros más.
Más datos: https://www.magdala.org/
El hotel Magdala cuenta con 160 habitaciones, totalmente equipadas para ofrecer todo lo que necesita el visitante para gozar de su estadía, con balcones y vistas al Mar de Galilea, al Parque Arqueológico de Magdala o simplemente a la hermosa naturaleza que lo rodea.
Sin duda es uno de los únicos hoteles en Israel en el que lo moderno y funcional, se puede asociar con hallazgos arqueológicos, los del centro Magdala, que datan del primer siglo de la era cristiana. Sus senderos ofrecen mucha serenidad, que emana de la extraordinaria belleza del entorno natural y de la antigua historia que perdura durante milenios.
Por todo ello la estadía en este hotel tiene varias dimensiones ya que se construyó en el Centro Magdala de la Galilea, que es un “Puente de Investigación del cristianismo y el judaísmo del siglo I de la era cristiana” y se halla precisamente en la antigua ciudad natal de María Magdalena. Se nos informa que además, la artista internacional Maria Jesús Fernández, de Chile, así como la diseñadora de interiores latinoamericana Sofía Aspe, colaboraron en el diseño interior de la casa de huéspedes. Juntas lograron una estética
visual que relaciona los restos históricos del primer siglo que rodean al hotel, con lo moderno de la Galilea. Esto convierte al complejo en uno de los más singulares de la región.
El padre Juan Solana, fundador del proyecto señaló: “La ubicación de este sitio, su proximidad al mar de Galilea y en el mismo área en el que se halla el descubrimiento de un tesoro del primer siglo, lo convierte en un proyecto de hospitalidad único”. Además, Solana agregó: “Ahora también podremos ofrecer una experiencia del primer siglo con las comodidades del siglo XXI”. La construcción de este magnifico hospedaje estaba programada para hace unos años, pero se retrasó debido al descubrimiento de una ciudad entera del primer siglo debajo de su ubicación planificada.
La construcción se suspendió, y en conjunto con la Autoridad de Antigüedades de Israel, los propietarios optaron por desarrollar el sitio como un atractivo centro de visitantes, dada su historia, significado cultural y religioso. Las excavaciones que siguieron descubrieron una sinagoga del primer siglo, un mercado y zona del pueblo, una “Mikveh” (baños rituales judíos) alimentada con agua de un manantial natural que aun fluye, y ha sido reconocido como el único en Israel de este tipo, así como restos de una
industria pesquera y portuaria.
El Centro de Visitantes “Magdala” inaugurado en 2014, gracias al apoyo de muchos benefactores, desde más de 20 países diferentes, y se ha convertido en una de las principales atracciones de Israel en la región de Galilea. Es un proyecto religioso y turístico dedicado a María Magdalena, iniciado por el padre Juan María Solana, sacerdote legionario de Cristo y director del Centro, apoyado por ciudadanos mexicanos. Un centro muy importante que cuenta con varias áreas, el Parque Arqueológico con los restos de la antigua sinagoga, ahora el Hotel Magdala y el Centro de Espiritualidad “Duc in Altum”, (Significa Rema Mar Adentro). Es una impresionante iglesia que se inspira en el rol
preponderante que han tenido las mujeres en la evangelización y la vida de la Iglesia. Hay cuatro capillas laterales cada una con un mosaico que describe un hecho evangélico. En el atrio hay 8 columnas 7 dedicadas a las mujeres que siguieron a Cristo, y una dedicada a todas las mujeres.
Fotos: Chiquita Levov