El grupo terrorista islámico Hamás, que controla con puño de hierro la Franja de Gaza, difundió los testimonios de los miembros de una célula que según dice proporcionaron a Israel la inteligencia para eliminar al cabecilla de la Jihad Islámica, Baha Abu al Ata, en el mes de noviembre pasado, a través de oficiales de inteligencia de la Autoridad Palestina (AP).
Hamás sostiene que el oficial de la AP, Shaabn al Arbawi, siguió durante varios meses a Abu al Ata hasta una hora antes de su eliminación, y envió información detallada sobre sus movimientos a Israel, que a su vez empleó esos datos para el ataque.
Abu al Ata, de 42 años, cabecilla de la Brigada Quds, el ala militar de la Jihad Islámica, considerado uno de los líderes más radicales de la Franja, era visto como un líder en ascenso en Gaza, a raíz de sus lazos con Irán y la caída de la popularidad de Hamás en el enclave costero.
Hamás también difundió videos sobre la explosión en el edificio en el que fue abatido Abu al Ata, una acción que desató la Operación “Cinturón Negro” de dos días de duración, en la que los terroristas de la Jihad Islámica lanzaron cientos de cohetes contra el territorio israelí.
Según Hamás, el oficial del aparato de seguridad de la AP ordenó a la célula monitorear los movimientos de Al al Ata y recolectar información sobre su rutina diaria. La célula siguió al cabecilla durante varios meses hasta una hora antes del ataque en el que falleció.
Hamás sostiene que incautó material que indica que un alto oficial de la AP conspiró con altos miembros del Servicio de Seguridad General (Shabak) israelí y les proporcionó información sobre los movimientos de Abu al Ata hasta el día de su eliminación.
El Canal 12 sugiere que la “revelación” de Hamás podría estar relacionada con la propaganda del grupo para dañar la colaboración de seguridad entre Israel y la AP.
Según los datos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), proporcionados por el jefe del Estado Mayor, Aviv Kochavi, durante la Operación Cinturón Negro, “fueron abatidos 25 terroristas, y atacados alrededor de un centenar de blancos, entre ellos instalaciones en las que se fabricaban armamentos, fortificaciones e instalaciones militares…Como resultado de esa acción que se basó en complejos procedimientos de inteligencia que se realizaron en los últimos meses, se ocasionó un daño significativo a la organización”.