La última encuesta encargada por el diario Yediot Aharonot y realizada por el Instituto Midgam, dirigido por Mina Tzemach y Mano Geva, revela que el partido Azul y Blanco (Kajol Labán) del ex jefe del Estado Mayor, Benny Gantz, continúa liderando con 33 escaños. Mientras que el Likud, del primer ministro, Benjamín Netanyahu, le pisa los talones con 29 asientos.
Las elecciones generales están programadas para el 9 de abril.
El Partido Laborista llega en tercer lugar con diez diputados.
El resto de los partidos no acusa grandes cambios en el número de escaños comparados con las últimas encuestas. El partido utraortodoxo ashkenzai Iahadut Hatorá (Judaísmo Unido de la Torá) 7, la alianza de partidos árabes Hadash-Taal 7, el partido utraortodoxo sefaradí Shas 6, Unión de Partidos de Derecha 6, Meretz 5, Nueva Derecha 5, Israel Beitenu 4 y Kulanu 4.
La alianza de partidos árabes Raam-Balad, que fue descalificada la semana pasada por la Comisión Central Electoral –una decisión que se estima que podría ser revertida, como en años anteriores, por la Corte Suprema de Justica en los próximo días- obtendría cuatro diputados.
Varios partidos menores siguen luchando para superar el umbral electoral del 3,2%.
Según la encuesta, el partido Zehut de Moshé Feiglin se acerca al 3,1%, y Guesher de Orly Levi-Abekasis 2%, no entrarían en la Knéset (Parlamento).
La batalla en el fondo es despiada porque los partidos están muy cerca. Moshe Feiglin recibió el 3,1% en comparación con Kulanu, Meretz e Israel Beitenu, que obtuvieron cerca del 3,5% y apenas superaron el umbral.
Entre los bloques habría un empate técnico: el bloque de “derecha” obtendría un total de 61 escaños; mientras que el bloque de “centro” e “izquierda” junto con los partidos árabes lograrían 59 diputados.
Cuándo se le preguntó a los encuestados: “Entre los siguientes candidatos, ¿a quién prefiere como primer ministro?” Netanyahu recibe el 38% y Gantz el 31%. El 31% restante no prefiere a ninguno de ellos o no sabe.