Una encuesta elaborada por el Instituto Smith, y publicada por el diario Maariv, sugiere que si las elecciones se llevaran a cabo el día de hoy, el partido gobernante Likud obtendría 42 escaños y su rival Azul y Blanco apenas 18.
El Likud está encabezado por el primer ministro en funciones, Benjamín Netanyahu, y Azul y Blanco (Kajol Laván), es liderado por el ex jefe del Estado Mayor, teniente general (retirado) y diputado Benny Gantz.
La Lista Árabe Unida aparece en tercer lugar con 16 escaños.
Los partidos Yesh Atid y Telem, conducidos por los diputados Yair Lapid, y Moshé Yaalon, que se presentarían juntos, recibiría nueve legisladores.
El partido ultraortodoxo sefaradí Shas, obtendría ocho escaños en la Knéset (Parlamento), en tanto el partido ultraortodoxo askenazi Judaísmo Unido de la Torá (Iahadut Hatorá) recibiría siete diputados al igual que Meretz -que correría en solitario-, y que el partido religioso nacional Yamina.
El partido nacionalista secular Israel Beitenu (Israel Nuestro Hogar), liderado por el diputado Avigdor Liberman, lograría seis asientos en el Parlamento.
El Laborismo, Gesher, Otzma Yehudit y “Derej Eretz”, encabezado por los diputados Yoaz Hendel y Zvi Hauser (antiguamente de Azul y Blanco) no lograrían superar el umbral mínimo necesario para ingresar en el Parlamento.
De acuerdo con esta constelación, el bloque de derecha y religioso alcanzaría 64 escaños en la Knéset; mientras que el bloque de centro izquierda conseguiría 56 legisladores.