Una nueva encuesta sugiere que si se llevaran a cabo hoy las elecciones, el partido nacionalista secular Israel Beitenu de Avigdor Liberman volvería a posicionarse como “partido bisagra”, es decir como el factor clave en la decisión de la formación del próximo gobierno.
El sondeo encargada por el diario Maariv indica que el partido Likud del primer ministro en funciones, Benjamín Netanyahu, obtendría 33 escaños en la próxima Knéset (Parlamento), mientras que el partido Azul y Blanco del ex jefe del Estado Mayor, Benny Gantz, le pisa los talones con 30 diputados. Liberman obtendría ocho legisladores en el Parlamento, con su mensaje de derecha y laico.
Si se postulan bajo un solo bloque, los partidos árabes se posicionarían como la tercera fuerza de la Knéset con 10 diputados. Los partidos ultraortodoxos Shas (sefaradí) y Judaísmo Unido de la Torá (askenazí) conseguirían ocho y siete escaños cada uno.
La Nueva Derecha, de Neftalí Bennett, que en las últimas elecciones no logró pasar el umbral mínimo electoral, obtendría seis escaños y la Unión de Partidos de Derecha recibiría cuatro diputados.
El Partido Laborista conseguiría el peor resultado de su historia con apenas cinco escaños, lo mismo que el partido de izquierda Meretz.
El ex primer ministro, Ehud Barak, que anunció su regreso a la arena política con su nuevo partido Israel Democrático, conseguiría apenas cuatro escaños.
Los números indican que el bloque de derecha acumularía 58 escaños frente a los 54 de la centro izquierda, con lo que Liberman volverá a decidir la formación del próximo gobierno.
La encuesta fue realizada en base a una muestra representativa de 600 personas con un error del 4%.