El sacrificio del cordero para Pesaj en la ciudad vieja de Jerusalén levanta controversia

Un judío religioso celebra el ritual del sacrificio del cordero en la ciudad vieja de Jerusalén, con la Cúpula de la Roca de fondo. /REUTERS/Ammar Awad

Cientos de personas se congregaron el pasado lunes para revivir una tradición ancestral de Pesaj: la cena del cordero, que en la era del Templo judío, era traído a Jerusalén y se realizaba su sacrificio en la víspera de la festividad judía. Desde hace varios años, la ceremonia se viene celebrando en un ático de la ciudad vieja, con vistas al Monte del Templo.

El ritual de la matanza del cordero se remonta a los tiempos en que el pueblo judío abandonó Egipto durante el éxodo. Tras recibir el libro de la Torá en el Monte Sinaí y la ardua travesía por el desierto, finalmente lograron llegar a la tierra prometida.

Pero algunos rabinos son contrarios a dicha celebración, ya que consideran que solo puede volver a festejarse cuando el Templo sea reconstruido. El Primer Templo fue destruido en el año 586 aC, y el Segundo, construido en el mismo lugar, fue destruido en el año 70 dC cuando los romanos conquistaron la ciudad santa.

Actualmente, el lugar el Monte del Templo es conocido también como la Explanada de las Mezquitas –Haram al Shariff en árabe-, donde se encuentra la Mezquita de Al-Aqsa y la Cúpula de la Roca, donde según la tradición islámica Mahoma ascendió a los cielos. Es el lugar más sagrado para el Judaísmo, y el tercero para el Islam.

Hay quienes alegan que el ritual se celebra con fines educativos y tradicionales, y que expresa el deseo de sectores religiosos judíos de reconstruir el Tercer Templo. Tras la victoria de Israel en la Guerra de los Seis Días de 1967 y la captura de la ciudad antigua de Jerusalén, el Waqf –administración religiosa jordana- y el entonces ministro de defensa israelí, Moshe Dayan, establecieron un pacto oral para mantener un status quo en el delicado lugar sagrado. Se garantizó el libro acceso y rezo de los musulmanes, mientras que los judíos no tendrían permitido la oración para evitar fricciones.

Sin embargo, en los últimos años el número de judíos religiosos que suben al Monte del Templo se ha incrementado, y en algunos casos se producen detenciones cuando intentan llevar a cabo rezos, que suelen provocar la ira de los feligreses musulmanes.

La festividad de Pesaj empezará el próximo viernes por la noche, con la celebración del “Seder” en hogares judíos de todo el mundo. La cena familiar se ha convertido en el centro de la celebración, la más importante del año en la religión judía.

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