El primer ministro de Australia, Scott Morrison, instó a Israel a acelerar el proceso de extradición contra Malka Leifer, que se viene dilatando desde hace cinco años, en forma tal que, según funcionarios de Melbourne, está dañando las relaciones bilaterales.
“Instamos a que el asunto sea resuelto en forma transparente y rápidamente. También reafirmamos nuestro compromiso para que Malka Leifer sea extraditada a Australia, para que enfrente 74 cargos por abuso sexual de menores”, manifestó Morrison tras reunirse con las hermanas Dassi Erlich y Nicole Meyer, las presuntas víctimas de la ex directora de una escuela secundaria.
“He trasladado previamente este compromiso al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y continuaré elevando este asunto a la próxima dirigencia israelí”, añadió Morrison.
Erlich expresó que el encuentro en Canberra fue “extremadamente productivo y alentador”. Puntualizó además que se sentía “muy respaldada por el intenso grado de apoyo del gobierno de Australia”.
La presunta pedófila, Malka Leifer, de 52 años, huyó de Australia a Israel en 2008 cuando surgieron las acusaciones. Previamente, había dirigido una escuela para niñas ultraortodoxas judías en Melbourne, y está acusada de violación y ataque sexual contra Erlich Meyer y otra estudiante.
Erlich declaró frente al Parlamente que ella y su hermana querían que el gobierno australiano “haga más”.
Los abogados de Leifer alegan que la acusada no está “mentalmente preparada” para ser sometida a juicio; sin embargo, los psiquiatras han concluido lo contrario.
El ex embajador en Israel, Dave Sharma, y actual diputado del Partido Liberal, considerado como un aliado cercano de Jerusalén, advirtió que la postergación de la extradición de Malka está generando “irritación” en las relaciones bilaterales.