El nuevo canciller de Israel apoya el plan de Trump

Israel Katz y Gabi Ashkenazi Foto Ministerio de Exteriores de Israel vía Facebook

El ex jefe del Estado Mayor y número dos del partido Azul y Blanco (Kajol Laván), Gabi Ashkenazi, asumió la jefatura del Ministerio de Exteriores.

En el marco de una modesta ceremonia llevada a cabo en la sala de conferencias de la Cancillería en Jerusalén, transmitida a todas las delegaciones israelíes en el exterior, Ashkenazi elogió el plan de Paz para la Prosperidad elaborado por el presidente estadounidense, Donald Trump, destacando que se trata una “oportunidad histórica” para que Israel determine sus fronteras.

«Enfrentamos a importantes oportunidades regionales, principalmente la iniciativa de paz del presidente Trump. Considero que este plan es un hito importante”, expresó.

«El presidente Trump nos presentó una oportunidad histórica para determinar el futuro del Estado de Israel y sus fronteras en las próximas décadas», agregó.

«El plan avanzará de manera responsable, con plena coordinación con Estados Unidos y manteniendo todos los acuerdos de paz e intereses estratégicos del Estado de Israel», añadió Ashkenazi.

El nuevo jefe de la diplomacia israelí destacó que los acuerdos de paz con Egipto y Jordania “son recursos estratégicos que tenemos que preservar”. Ashkenazi apuntó que “Veo de gran importancia fortalecer nuestros lazos estratégicos con los países de paz: Egipto y Jordania. Son nuestros aliados más importantes para enfrentar los desafíos regionales”.

En el contexto del plan de paz de paz de Trump, Israel tiene la opción de extender su soberanía a ciertas áreas de Judea y Samaria (Cisjordania) a cambio de territorios en la zona del Negev que serían agregados a la Franja de Gaza.

La mayoría de los miembros de la comunidad internacional, especialmente la Unión Europea y el mundo árabe se opone al plan del primer ministro, Benjamín Netanyahu, de extender unilateralmente la soberanía israelí al Valle del Jordán y a los asentamientos israelíes de Cisjordania.

Según el acuerdo de coalición, firmado por el partido Likud encabezado por Netanyahu, y partido Azul y Blanco, el primer ministro puede elevar a partir del primero de julio el plan de anexión para su votación en la Knéset (Parlamento) o en el Gabinete.

Bajo el acuerdo de coalición, la anexión sería promovida en coordinación con Estados Unidos y «el diálogo internacional sobre el tema, mientras se procura la seguridad y los intereses estratégicos del Estado de Israel, incluida la necesidad de mantener la estabilidad regional, mantener los acuerdos de paz y luchar por futuros acuerdos de paz».

Durante la ceremonia de asunción en la Knéset, Netanyahu prometió reiteradamente en promover su plan de anexión; en cambio, el líder del partido Azul y Blanco, Benny Gantz, prefirió evitar el asunto en su discurso.

Entre tanto, el rey de Jordania, Abdullah II, advirtió durante una entrevista ofrecida al diario alemán Der Spiegel que la anexión israelí de partes de Cisjordania conduciría a un “conflicto masivo” con el Reino Hachemita e insinuó incluso que Amman podría cancelar el tratado de paz con el Estado judío.

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