El Consejo de Derechos Humanos de ONU adopta el reporte contra Israel sobre Gaza

Consejo de Derechos Humanos de la ONU Foto: Ludovic Courtes Wikimedia CC BY-SA 3.0 3

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó un reporte que acusa a Israel de crímenes contra la humanidad por la manera en la que está enfrentando las violentas protestas en la frontera con la Franja de Gaza.

Veintitrés países votaron a favor de la decisión, nueve se opusieron y otros catorce se abstuvieron, mientras que uno, Camerún estuvo ausente.

Australia, Austria, Brasil, Bulgaria, la República Checa, Fiyi, Hungría, Togo y Ucrania votaron en contra de la decisión.

Catorce países se abstuvieron: Argentina, Bahamas, Croacia, Congo, Dinamarca, Islandia, India, Italia, Japón, Nepal Ruanda, Eslovaquia, Reino Unido y Uruguay.

Togo fue computada inicialmente como que se había abstenido, pero según el Ministerio de Exteriores de Jerusalén, se trató de un error y había cambiado el voto en contra de la resolución.

España fue el único país europeo de los 47 miembros de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU que votó a favor de la resolución condenando la actuación de Israel.

Entre los países latinoamericanos, Chile Cuba, México y Perú votaron a favor del reporte contra Israel. Argentina y Uruguay se abstuvieron.

El Ministerio de Exteriores en Jerusalén condenó la decisión, destacando que una “mayoría moral” no votó a favor de la medida.

«Las dictaduras y los hipócritas votan a favor de señalar [a Israel] y del absurdo informe pro-terrorista Hamas», escribió el portavoz del ministerio Emmanuel Nahshon en un mensaje de Twitter.

«No cooperaremos con esta burla y seguiremos protegiendo a Israel y a los israelíes», agregó.

La embajadora de Israel ante los organismos de la ONU en Ginebra, Aviva Raz Schecter, resaltó antes de la votación que el informe «nació en el pecado» y lo acusó de ignorar el papel de grupo terrorista Hamas, que controla Gaza, en los enfrentamientos fronterizos.

«El informe de la comisión solo servirá para alentar el uso que hace Hamas de la población civil como escudo y como un instrumento en sus esfuerzos para atacar a Israel y aumentar el peligro para los civiles en ambos lados», subrayó al Consejo de Derechos Humanos.

La embajadora israelí también puso de relieve el historial de Israel para investigar sospechas contra soldados israelíes.

La votación tuvo lugar luego de que la llamada “Comisión de Investigación sobre las Protestas en el Territorio Palestino Ocupado” presentara el lunes un informe de 250 páginas en el que se alega que Israel podría haber cometido «crímenes de lesa humanidad» utilizando fuego real contra los manifestantes palestinos que participaron en los disturbios organizados bajo la denominada “Gran Marcha del Retorno”.

El asesinato intencional de civiles que no están «participando directamente en las hostilidades» es un crimen de guerra, sostiene el informe. «La comisión encontró fundamentos razonables para creer que miembros individuales de las fuerzas de seguridad israelíes, en el curso de su respuesta a las manifestaciones, mataron y lesionaron a civiles que no estaban participando directamente en las hostilidades ni representaban una amenaza inminente».

Israel tenía a su disposición «alternativas menos letales», alega el documento, afirmando que el uso de municiones reales contra los manifestantes fue desproporcionado e ilegal.

Según la investigación, las fuerzas de seguridad israelíes balearon a más de 6.000 palestinos que participaron en las protestas en la frontera de Gaza entre marzo y diciembre de 2018, dando muerte a 183 personas, incluyendo a 32 niños.

Israel destaca que las protestas fueron organizadas por Hamas y que pretendía irrumpir a través de la cerca de seguridad fronteriza con el objetivo específico de asesinar a israelíes.

Según la comisión de investigación, menos de una treintena de los muertos eran «miembros de grupos armados palestinos organizados», y agregó que el uso de fuego real por parte de las tropas israelíes solo estuvo justificado en muy pocos casos en los que enfrentaban una amenaza inmediata a sus vidas.

Sin embargo, el grupo terrorista Hamas reconoció públicamente con bombos y platillos, durante los primeros días de los disturbios, que decenas de los fallecidos eran miembros de su ala militar.

El informe acusa a Israel de haber «fallado consistentemente en investigar y procesar de manera significativa a los comandantes y soldados por delitos y violaciones cometidas contra palestinos». Si bien reconoció que el ejército abrió varias investigaciones internas sobre los disparos a civiles aparentemente no involucrados, duda de la voluntad del Gobierno de escrutar honestamente sus políticas y acciones.

«El historial de Israel en la investigación de las muertes de palestinos en Gaza y Cisjordania es pésimo», arguye el reporte.

La embajadora de Australia, Sally Manfield, expresó durante el debate que el problema del informe es que no insta tanto a Hamás como a Israel a rendir cuentas. “Es inaceptable que Hamás no esté ni siquiera mencionado en estas resoluciones”, apuntó.

El embajador Jan Kara, de la República Checa explicó que la resolución es “profundamente” desequilibrada. “La República Checa no comparte la presunción de que las protestas en Gaza que comenzaron en marzo del año pasado han sido solamente de naturaleza civil. La resolución no refleja adecuadamente la responsabilidad de Hamas, y mucho menos su rendición de cuentas”, puntualizó.

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