Egipto e Irán compiten por su influencia en Gaza

Efectivos de la Jihad Islámica Palestina

Mientras que El Cairo ejerce su influencia en Gaza para evitar un nuevo conflicto y mediar hacia un período de calma; Irán ve a Gaza como una base más desde la cual crecer y controlar un ejército afiliado de terroristas.

A principios de abril, informes de los medios hebreos citaron a funcionarios no identificados de seguridad israelíes diciendo que el grupo terrorista Jihad Islámica Palestina (JIP), respaldado por Irán, que posee un arsenal de cohetes, incluso mayor que el de Hamas, estaba planeando un gran ataque contra objetivos israelíes.

La divulgación de esta información pareció lograr su objetivo de desalentar a los perpetradores, y no se produjo ningún ataque. Pero el hecho de que la JIP estaba planeando un incidente que podría haber trastornado los intentos egipcios de restablecer la calma en la Franja de Gaza podría estar sugiriendo una lucha más amplia entre Egipto e Irán dentro de Gaza.

El régimen gobernante de Gaza, Hamás, según se informa, se ha visto enfrentado a las demandas de Egipto en los últimos meses para decidir si «recibe órdenes de Teherán o continúa aplicando los entendimientos para la calma», formulados por el jefe de la Inteligencia de Egipto, Abbas Kamel.

El choque de intereses entre estas dos potencias regionales parece claro. Egipto desea ver una Gaza en calma, estable y aislada de las redes terroristas afiliadas al Estado Islámico (ISIS) en el Sinaí, que también amenazan la seguridad egipcia; mientras que Irán ve a Gaza como una base más desde la cual puede ejercer su influencia radical y alentar el crecimiento de un ejército terrorista que amenace no solo a Israel sino también a la estabilidad de toda la región.

Irán transfiere 100 millones de dólares anuales a las alas militares de Hamas y JIP, colectivamente, según estimaciones israelíes.

Boaz Ganor, director ejecutivo del Instituto Internacional para la Lucha Contra el Terrorismo en el Centro Interdisciplinario Herzliya, recordó que durante la firma del tratado de paz entre Israel y Egipto, en 1979, El Cairo no tenía interés en retomar Gaza.

El presidente de Egipto, Anwar el Sadat, «entiendió la naturaleza problemática de este territorio, que es el más densamente poblado del mundo, y azotado por la pobreza, el fundamentalismo, y la ausencia de un gobernante soberano», señaló Ganor. En consecuencia, Sadat no exigió el retorno del gobierno egipcio sobre Gaza; a pesar de que El Cairo había controlado la Franja antes de la Guerra de los Seis Días de 1967.

«Lo que entendió Sadat, [el actual presidente egipcio Abdel Fattah] El Sisi también entiende, aunque de una manera diferente», apuntó Ganor. «Sisi entiende que la Franja tiene muchos riesgos para Egipto dentro de ella. Hamas, que controla Gaza, está ligado por el cordón umbilical a su movimiento madre, los Hermanos Musulmanes, que son los detestados enemigos estratégicos de Sisi».

Sisi identificó un proceso de infiltración iraní en Gaza a través de su agente, la JIP «y está preocupado por el crecimiento de un puesto de avanzada iraní en la frontera norte de Egipto», puntualizó Ganor.

Otra fuente de preocupación para Sisi es el hecho de que el Estado Islámico (ISIS) en Sinaí está vinculado a otros elementos salafistas-jihadistas en Gaza. Estos factores de política y seguridad, así como la preocupación de Egipto ante la perspectiva de la erupción de un nuevo conflicto armado entre Israel y Hamas en la frontera de Egipto, han dado lugar a la «intervención masiva egipcia y una voluntad de estar activo en lo que está ocurriendo en la Franja», afirmó Ganor. Israel, por su parte, está a favor de esta intervención e incluso la ha solicitado a lo largo de los años.

Irán está tratando de neutralizar la influencia egipcia en Gaza, señaló Ganor; mientras busca estrechar sus vínculos con sus agentes en la Franja. Teherán está tratando de transferir fondos y armas a Gaza. «También busca instruir a sus agentes para interrumpir todo proceso que pueda llevar a la calma», aseveró Ganor.

La relación de Teherán con Hamas es algo complicada.

De acuerdo con Ganor, «la influencia de Irán sobre Hamas es significativa, pero mucho más pequeña que su impacto sobre Hezbollah. Hamas cuida celosamente su independencia y no se ve obligado por los intereses iraníes».

La filial iraní en Gaza

El teniente coronel (de la reserva) Michael Segall, un analista del Jerusalem Center for Public Affairs y ex jefe del Departamento Irán en la Dirección de Inteligencia Militar de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), describió a la JIP como “una especie de filial iraní dentro de la Franja de Gaza”. El ex líder de la JIP, Ramadan Salah, así como su actual jefe, Ziad Nakhalah, son visitantes frecuentes en Irán, donde son «huéspedes habituales», expresó Segall.

Con Irán conduciendo de sesiones de entrenamiento para la JIP dentro de la República Islámica, la organización es un «agente explícito de Irán, en contraste con Hamas, que está bajo la influencia de Irán, pero tiene su propia agenda y es más independiente», argumentó.

Egipto tiene mucho más en juego en Gaza, que está en su puerta trasera. «Lo que ocurra en el Sinaí influye directamente en Egipto. Mientras tanto, Irán está alejado e intenta activar su influencia en Gaza por control remoto», dijo Segall.

Segall resumió la estrategia iraní de agentes (proxy) de la siguiente manera: «Cuanto más sangra Israel en sus fronteras, menos puede enfrentar directamente a Irán». Y a los iraníes les gustaría que sucediera lo mismo en Cisjordania, con el líder supremo iraní, Ayatollah Ali Khamenei, que pide a las facciones terroristas que se armen tal como lo están en Gaza.

«Este es el componente central en la doctrina iraní. Se trata de una guerra asimétrica. Gaza, el Líbano y Siria se han convertido en parte de la doctrina de la guerra asimétrica de Irán», recalcó Segall.

La JIP ha usado rifles de francotirador de fabricación iraní para disparar contra las FDI, así como bombas avanzadas. Fabrica cohetes con conocimiento tecnológico (know how) iraní, todo esto es parte del intento de Irán de «profundizar su influencia y dejar su huella» en Gaza.

Segall posiciona a Gaza como un elemento en una «guerra iraní más amplia», que se desarrolla en otros lugares, incluyendo el Yemen, donde los hutíes operan contra Arabia Saudita, disparando misiles contra el reino. Es muy similar a lo que está sucediendo en Gaza. Los iraníes trabajan con una caja de herramientas de agentes (proxy) contra los sauditas, los egipcios y los países del Golfo. Esto no se limita a Gaza», indicó.

Si bien Irán tiene el poder de activar a la JIP para interrumpir los esfuerzos egipcios de mediación o provocar un nuevo conflicto, la JIP enfrenta también la presión de Hamas, que puede forzar su voluntad, incluso a través de la fuerza de las armas, según Segall.

«Creo que el día que reciban sus órdenes de Irán, la JIP obedecerá y cobrará los cheques, que ha recibido a lo largo de los años de parte de los iraníes», concluyó.

Fuente: Centro Begin-Sadat de Estudios Estratégicos (BESA)

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