La Casa Blanca anunció que el vicepresidente, Mike Pence, dialogó con el presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez para discutir la decisión de trasladar la embajada de su país de regreso a Tel Aviv.
“El vicepresidente alentó con contundencia al presidente Abdo Benítez a continuar con el compromiso previo de Paraguay de mudar la embajada a Jerusalén, un signo de la relación histórica que el país ha mantenido tanto con Israel como con Estados Unidos”, señala el texto.
Por su parte, “el presidente Abdo Benítez subrayó la duradera asociación de Paraguay con Israel y ambos líderes acordaron trabajar en busca de una solución integral y duradera al conflicto israelí-palestino”, añade el comunicado de la Casa Blanca.
La embajada de Paraguay fue trasladada a Jerusalén en mayo pasado. Con esa iniciativa, Asunción seguía los pasos de Estados Unidos y Guatemala, que inauguró su nueva embajada en Jerusalén el 16 de mayo, dos días después de que EE.UU. trasladara su legación a la ciudad santa.
Pero el miércoles pasado, el ministro de Exteriores paraguayo, Luis Alberto Castiglione anunció que la embajada sería regresada a Tel Aviv, explicando que “Paraguay desea contribuir a que se intensifiquen los esfuerzos diplomáticos regionales e internacionales con el objeto de lograr una paz amplia, justa y duradera en el Oriente Medio”.
Tras el sorpresivo anuncio del gobierno paraguayo de revertir la apertura de la embajada en Jerusalén, la Autoridad Palestina expresó su aprecio por la decisión a la que calificó como “valiente”.
A su vez, el canciller palestino Riyad al-Maliki anunció que la Autoridad Palestina abrirá una embajada en Paraguay de forma “inmediata”. Al-Maliki llamó a los países árabes a seguir sus pasos y reforzar la cooperación con el estado suramericano.
El canciller palestino estuvo en Paraguay hace algunas semanas, donde tuvo la oportunidad de reunirse con el ministro de exteriores paraguayo, Castiglioni, y expresarle su posición contra el traslado de la embajada a Jerusalén. En su comunicado oficial, al-Maliki describió la decisión paraguaya como un “éxito diplomático”.
Según varias fuentes en Israel, los palestinos ejercieron una gran presión sobre el gobierno de Mario Abdo Benítez y prometieron no ejercer medidas legales contra Paraguay si revertían la decisión del antiguo mandatario Horacio Cartes.
En Israel reaccionaron con gran decepción al anuncio de Castiglioni y el primer ministro Netanyahu ordenó el cierre de la embajada de Israel en Paraguay. En un comunicado oficial de la oficina del mandatario israelí expresaron que ven con “suma gravedad la excepcional decisión de Paraguay que enturbiará las relaciones entre los dos países”.