¿Declina la Bibicracia?

30 septiembre, 2019 , , ,
Benjamín Netanyahu - Foto: GPO - Haim Zach vía Flickr

No, todavía no. Ciertamente, los resultados de la segunda rueda electoral le asestaron un fuerte golpe. Mas no decisivo. Netanyahu movilizó todos los recursos posibles para obtener la victoria electoral y eludir a los tribunales. Entre ellos: adiciones territoriales en el mapa del país a fin de contentar a grupos que cultivan el teo-nacionalismo; el estridente diálogo personal y televisivo con dos figuras -Trump y Putin- que gravitan en los escenarios del Medio Oriente; el discreto entendimiento con la nueva derecha jefaturada por Shaked y el hostil desprecio a la ciudadanía de origen árabe. Un afiebrado empeño que no le reportó los resultados que esperaba.

En las emergentes circunstancias Liberman se ha transformado en el personaje capaz de componer y coronar a la nueva coalición gubernamental. Pero su fuerza conoce límites. Si Netanyahu inicia las negociaciones sin romper el bloque religioso-fundamentalista, el peso de Liberman será ligero o apenas se conocerá. Y Gantz por su lado deberá quebrar la coalición con Lapid pues esta figura se antoja inaceptable -casi pecaminosa- en la mirada rabínica. Son muy reducidas -en síntesis- las probabilidades de este escenario.

¿Qué puede acontecer entonces? Pienso que un viraje radical dentro del Likud es altamente probable. El fulgor de la figura de Netanyahu tiende a decaer por varias circunstancias. Entre ellas: la obtención de un número menor de asientos en la Knéset en relación a Azul y Blanco; la tibia actitud de Trump al conocer los resultados electorales; la proximidad de un juicio que ahora se torna inescapable; la postura del presidente Rivlin en contra de un costoso tercer round electoral; y, en fin, las aspiraciones personales al liderazgo -hasta hoy frenadas- de algunos personajes en el Likud. En conjunto llevan a una coalición gubernamental que probablemente será jefaturada por Gantz.

Si Netanyahu acepta este escenario, afronta a los jueces y se exime de cualquier pena o pública amonestación, tendrá altas probabilidades de ocupar el asiento presidencial después de quien sucederá a Rivlin. Pero si se empecina en ignorar tanto sus limitaciones como el credo democrático dará impulso a fuerzas hostiles tanto en la región como dentro de Israel.

Luz o sombra: deberá escoger. ■

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