Crimen de odio en Cisjordania: quince vehículos palestinos dañados

Ilustración. Grafitis en una vivienda palestina con la leyenda "Judíos despierten" y Muerte a los árabes" Foto: Oren Rozen Wikipedia CC BY-SA 3.0

Palestinos de dos localidades del norte de Cisjordania (Judea y Samaria) denunciaron que decenas de automóviles fueron dañados anoche, y grafitis fueron pintados sobre sus carrocerías, en lo que se presume que fue un ataque perpetrado por colonos judíos extremistas.
En la localidad de Asira al Qibliya, cerca de Nablus, dos israelíes ingresaron anoche y cortaron las cubiertas de las ruedas de decenas de vehículos, dijeron palestinos al organismo de derechos humanos israelí Yesh Din. Los vándalos pintaron también la Estrella de David y la leyenda: “Combate al enemigo y no a tu amigo”, indicó el grupo.
No lejos de allí, en la localidad palestina de Hawara, trece automóviles fueron dañados y grafitis de odio fueron pintados en las paredes de una escuela, incluyendo la consigna: “Evacuar Yitzhar=precio de etiqueta” y “Saludos de la carpa de Meidah”. Este último en probablemente referencia a una carpa desmantelada en una colina del asentamiento de Yizhar esta semana.
Precio de etiqueta («tag mejir» en hebreo) es un eslogan usado en los últimos años por extremistas israelíes de ultra derecha para justificar sus ataques contra palestinos. Se refieren de esa manera a los ataques como una represalia ostensible por ataques terroristas o acciones del Gobierno israelí consideradas como hostiles hacia el movimiento de los colonos de Cisjordania.
Los palestinos de la zona de Nablus son blancos frecuentes de ese tipo de ataques de odio.
Mientras tanto, la policía abrió una investigación tras la denuncia de que las cubiertas de las ruedas de varios automóviles fueron tajeadas anoche en Jerusalén oriental.
La policía indicó que los vehículos fueron dañados en dos sitios  en lo que se reportó como un crimen de odio contra árabes.
Un camión fue pintado con un grafiti que rezaba “Nunca más terrorismo árabe”.
El miércoles, los habitantes de la localidad palestina de Urif, en el norte de Cisjordania de despertaron para encontrarse que un automóvil había sido quemado y un grafiti en hebreo había sido pintado en las paredes de un edificio.
El mes pasado, una mujer palestina, madre de ocho hijos fue asesinada a raíz del lanzamiento de un cascote que destrozó el parabrisas del automóvil en el que se desplazaba. El servicio de inteligencia Shabak y la Policía abrieron una investigación del incidente que permanece bajo secreto de sumario. Mientras tanto, crece la sospecha entre los oficiales de seguridad de que la mujer, Aisha Rabi, de 47 años, habría sido víctima de un ataque perpetrado por extremistas judíos.

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