Un juzgado de primera instancia de Gotemburgo (oeste de Suecia) condenó a penas de cárcel a tres palestinos por lanzar artefactos incendiarios contra la sinagoga de Gotemburgo en diciembre pasado.
Los condenados, de entre 19 y 24 años de edad, son culpables de dos delitos de amenazas graves e intento de daño grave contra la comunidad judía y sus miembros, por lo que han recibido penas de entre quince meses y dos años de prisión.
En el caso de un palestino cuya solicitud de asilo había sido rechazada, el tribunal ha dictado además su expulsión de Suecia.
La sentencia considera que los daños fueron «marginales» y que no se ha probado que no fueron puestos en peligro ni el edificio ni la vida de las personas congregadas, de ahí que no se pueda hablar de incendio provocado.
Pero el tribunal sostiene que los actos tenían como propósito amenazar, dañar y ofender a la comunidad judía, lo que constituye un delito de odio y justifica que la condena sea mayor de lo habitual en otros casos similares.
A la hora de determinar la culpabilidad de los detenidos, que llevan en prisión preventiva varios meses, el fallo tuvo en cuenta las filmaciones de las cámaras de seguridad, las pruebas encontradas en el lugar del delito y el registro de sus teléfonos móviles. EFE
Cuando estén en la cárcel sueca, serán 3 de los 10 palestinos con mejor nivel de vida del mundo.
Sin contar funcionarios, claro.
Para estos palestinos, Suecia les está haciendo un favor: los está poniendo en contacto con el mundo criminal de las cárceles para foguearse y salir más preparados para la próxima. Suecia es un país demasiado tolerante con el odio antisemita.