Benny Gantz, el militar que amenaza la continuidad de Netanyahu

Benny Gantz Foto: REUTERS Amir Cohen

Benny Gantz, ex jefe del Estado Mayor del Ejército, ofrece una alternativa «centrista» que ha puesto en jaque a la coalición derechista de Benjamín Netanyahu ante los comicios israelíes del próximo 9 de abril.

A falta de poco más de dos semanas para las elecciones, el principal rival de Benjamín Netanyahu no es un hombre de gran carisma ni carrera política. Su nombre es Benjamín Gantz, se lo conoce como Benny y nunca ha estado al frente de ningún ministerio ni formado parte de partidos o agrupaciones políticas.

Su popularidad, sin embargo, proviene de otro tipo de trayectoria, tal vez más relevante aún que la política en este país: la militar.

Antes incluso de anunciar su candidatura para estas elecciones o siquiera expresar sus opiniones en materia económica o en relación al conflicto con los palestinos, Gantz ya se perfilaba como el principal y tal vez único candidato a disputarle el puesto a Netanyahu.

El Ejército en Israel es una de las instituciones más prestigiosas y con un carácter unificador sin igual. Y los casi 40 años de servicio de Gantz en el Ejército israelí, incluido el cargo de jefe del Estado Mayor entre 2011 y 2015, le aportan una seriedad y credibilidad que pocos políticos ostentan.

Hijo de sobrevivientes del Holocausto, este general en la reserva de 59 años nació en Kfar Ahim, un poblado rural en el centro de Israel. A los 18 años se alistó y su primer puesto militar fue en el cuerpo de paracaidistas. En los años siguientes, su ascenso en las fuerzas armadas fue particularmente veloz.

En 1982 sirvió en la primera Guerra del Líbano, en 1989 se convirtió en comandante de «Shaldag», la unidad de élite de la Fuerza Aérea, y en 1994, bajo el cargo de comandante de la «Brigada de Judea», se encargó de restablecer la paz en la ciudad de Hebrón, en Cisjordania (Judea y Samaria), tras la masacre perpetrada por el extremista judío Baruj Goldstein de 29 fieles palestinos en la Tumba de los Patriarcas.

Tras diversos posicionamientos posteriores, ocupó puestos de jerarquía, incluido el de comandante del Comando Norte; estuvo al frente de la división de Cisjordania en el comienzo de la Segunda Intifada, sirvió como agregado militar israelí en Washington y, ya en 2011, se erigió en el máximo jefe del Ejército.

Más allá de que miembros muy cercanos de su familia, como su padre y su hijo, estuviesen afiliados al Partido Laborista, hasta hace menos de dos meses Gantz nunca se había expresado públicamente en materia política.

En su primer discurso de campaña, a mediados de enero, se esforzó en posicionarse como un candidato centrista, prometió terminar con las feroces divisiones internas que atraviesan a la sociedad israelí y se comprometió a garantizar la seguridad de la población, y enalteció a Itzhak Rabin, primer ministro asesinado en 1995 tras firmar los Acuerdos de Oslo (1993).

Esa mezcla de fortaleza militar con voluntad de paz quedó evidenciada en su primera serie de vídeos de campaña, donde se jactaba de haber devuelto partes de Gaza a la Edad de Piedra, aunque también insistía en que buscar la paz no debería ser motivo de vergüenza.

Poco antes del cierre de listas para las elecciones, su partido, Resiliencia por Israel (Hosen LeIsrael), se unió a Hay Futuro (Yesh Atid), del otro fuerte candidato centrista, Yair Lapid y a Telem, partido liderado por otro ex jefe del Estado Mayor, aunque más a la derecha en el espectro político, Moshe Yaalon. De esta alianza surgió el partido Azul y Blanco -colores de la bandera israelí-, que aparece prácticamente igualado al Likud de Netanyahu en las encuestas.

La plataforma del nuevo partido promete iniciar una conferencia regional con países árabes cercanos a Israel que facilite la separación de los palestinos. Además, asegura que garantizará la mayoría e identidad judías de Israel, el estatus de Jerusalén y los grandes bloques de asentamientos.

Promueve una agenda bastante secular, al afirmar que promulgará derechos para la comunidad LGBT y que enmendará la controvertida Ley Básica del Estado Nación Judío para que preserve el valor de la igualdad entre los ciudadanos.

En cuanto a lo social, este curtido militar reconvertido en político propone realizar una importante inversión en el sistema de salud, crear un ministro de Coste de Vida y fortalecer el sistema educativo. EFE y Aurora

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