La embajada de Bélgica en Israel anunció que el gobierno de su país decidió suspender temporalmente el apoyo a UNRWA tras los recientes reportes de sospechas de corrupción entre los altos funcionarios de la organización.
También los gobiernos de Suiza y los Países Bajos anunciaron medidas similares tras los reportes publicados la semana pasada en la prensa internacional.
El ministro de Desarrollo de Bélgica, Alexander De Croo, dijo en una entrevista con el medio local Knack que «si las acusaciones son correctas, eso sería totalmente inaceptable».
Las decisiones de los gobiernos europeos se producen después de que se haya filtrado a la prensa internacional un informe del Departamento de Ética de la UNRWA en el que acusan a su comisionado general, el suizo Pierre Krahenbuhl, y a su círculo cercano de “abuso de autoridad para obtener ganancias personales, suprimir el disenso legítimo y conseguir por otros medios sus objetivos personales”.
La suspensión del financiamiento de Suiza, Bélgica y los Países Bajos se produce en un momento en el que la UNRWA está sufriendo de importantes problemas económicos. El verano pasado, el gobierno estadounidense decidió suspender toda su ayuda a la organización.
El Departamento de Estado norteamericano había explicado que «el modelo de negocios y las prácticas fiscales que han marcado a UNRWA por años son simplemente insostenibles y han estado en crisis por muchos años» al tiempo que enfatizaron que EEUU no se comprometería más «con financiar esta operación irremisiblemente defectuosa».