Dos activistas fueron asesinados por grupos armados en Irak, en medio de un aumento de los ataques contra defensores de los derechos humanos que apoyan las protestas en los últimos días.
Una fuente de la Policía iraquí, que prefirió mantener el anonimato, detalló que Haqi Ismail al Izawi fue asesinado hoy mientras viajaba en su coche en la zona de Al Shaab, en el noreste de Bagdad.
Agregó que Mohamed al Dajili murió anoche después de que hombres armados no identificados le dispararan en la calle.
Al Izawi y Dajili participaban como activistas apoyando a los manifestantes en la Plaza Tahrir de Bagdad, epicentro de las protestas contra el Gobierno iraquí por la situación del país desde principios de octubre.
La fuente añadió que otros dos activistas, Thaer al Tayeb y Ali Madani, salieron ilesos de un intento de asesinato mientras viajaban en su coche, en la ciudad Al Diwaniya, unos 180 kilómetros al sur de Bagdad.
El pasado viernes el influyente ayatolá Ali al Sistani, la figura religiosa más importante del país, condenó este tipo de acciones y a exigir a las fuerzas de seguridad que localicen a los autores de estos «crímenes premeditados».
Esta semana la ONG Human Rights Watch (HRW) indicó que en los primeros días de diciembre dos manifestantes fueron asesinados y otros cuatro fueron secuestrados.
Entre los activistas desaparecidos se encuentran Salman Khairallah, un activista ambiental, y Omar Kadhem Ali, defensor de los derechos humanos, ambos desaparecidos el pasado 11 de diciembre.
El relator especial de las Naciones Unidas sobre la situación de los defensores de derechos humanos, Michel Forst, expresó días atrás que está «profundamente preocupado» por el paradero y bienestar de esos dos activistas.
Desde principios de octubre los manifestantes piden cambios profundos en el sistema político de Irak y acusan al Gobierno de corrupto y responsable de la mala gestión de los recursos y problemas económicos del país.
Hasta el momento casi 500 personas murieron y miles resultaron heridas en las protestas en Irak, que también derivaron en una grave crisis política con renuncia del primer ministro, Adel Abdelmahdi. EFE