Arqueología: Encuentran una vasija del período persa con un rostro humano en Jerusalén

21 marzo, 2019
Foto: Eliyahu Yanai / Ciudad de David

En nota de prensa del Parque Nacional de la Ciudad de David, endosada por la Autoridad de Antigüedades de Israel, la Autoridad de Parques Nacionales y la Universidad de Tel Aviv, se informó que un fragmento de una vasija de cerámica decorada con un rostro humano, que data del período persa, fue descubierto en la excavación del estacionamiento de Givati, en el Parque Nacional de la Ciudad de David, en trabajos arqueológicos conjuntos de la Autoridad de Antigüedades de Israel y la Universidad de Tel Aviv.

Esta es la primera vez que se hace un hallazgo similar en excavaciones arqueológicas en Jerusalén o en cualquier sitio en las tierras altas de Judea.

Coincidiendo con la festividad de Purim fue develado este hallazgo de un fragmento de una jarra de arcilla decorada con un rostro humano que muestra sus dos ojos bien abiertos, la nariz, una oreja y una pequeña sección de la boca. El fragmento había sido descubierto en un gran depósito de residuos que contenía numerosos fragmentos de cerámica del período persa (siglos IV – V aC).

Según el profesor Yuval Gadot de la Universidad de Tel Aviv y el Dr. Yiftah Shalev de la Autoridad de Antigüedades de Israel, «[…] cerámica de este período se expuso en el pasado en la ciudad de David, pero esta es la primera vez que se encuentra una vasija de este tipo en excavaciones arqueológicas en Jerusalén o en cualquier lugar de las tierras altas de Judea».

Foto: Eliyahu Yanai / Ciudad de David

Estos recipientes son llamados «Bes-vessels» y eran muy comunes durante el período persa. En la mitología egipcia, Bes es la deidad protectora de los hogares, especialmente de las madres, las mujeres en el parto y de los niños. Con el tiempo se convirtió en la deidad defensora de todo lo bueno. También se asoció con la música y el baile. Su figura adornaba las paredes de casas, vasijas, cerámica y diversos objetos cotidianos, como espejos, o se usaba como un amuleto alrededor del cuello. Por lo general, Bes aparece como una especie de enano barbudo con una cara grande, ojos saltones y lengua que sobresale cuando lleva un sombrero de plumas. Esta grotesca figura aparentemente evoca la alegría y la risa y ahuyenta los espíritus malignos.

La figura de Bes como protector fue aparentemente adoptada por los fenicios, y muchos de estos amuletos y vasijas de Bes se han encontrado en asentamientos del período persa a lo largo de la costa. Tales vasijas y amuletos también se han encontrado en Persia, en Shushan, Persépolis y otras ciudades, posiblemente llevados por artesanos egipcios que operaban localmente como parte del comercio internacional del período.

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