Para la comodidad estadística desde hace muchos años se trabaja con la idea de que la vejez principia a los 65 años, que era la edad de jubilación antigua, únicamente que en los últimos años ha sido cambiada a 67 que es la edad que han escogido los economistas para que los hombres se retiren de su trabajo, es una edad en la cual empiezan a haber cambios en el cuerpo, pero por otro lado un investigador dijo: aleja a una persona a los 67 años de sus actividades y vas a tener diez años después a esa persona con demencia o Alzheimer. Ya que, a pesar de estadísticas, nadie sabe hasta cuándo va a vivir.
Creo que la realidad es que no se puede definir a que edad principia la llamada tercera edad, creo que ningún científico y ningún doctor puede definir, ya que la tercera edad es una situación personal, de conciencia y sentimiento, además muy personal.
Tu eres viejo cuando te sientes viejo, cuando tu corazón deja de sentir, no palpitar, cuando dejas de tener intereses en la vida, aumentaré, como decía mi amigo, cuando ves a una joven y la persigues y al alcanzarla no sabes para que la seguías, entonces si eres viejo.
Ya que realmente la edad cronológica de 65 o 67 ya no refleja la realidad, de que se pueda llamar vejez, por las condiciones de vida, de salud, y una imagen diferente al envejecimiento.
Si tomemos en cuenta que los que pasamos los 70 y los 80 hemos pasado muchas cosas buenas y malas, somos parte de una sociedad, no por ser mayores vivimos en una isla, aunque algunos residan en una casa de ancianos.
Pero mientras en ningún momento alguien diga hasta aquí siempre existe una esperanza a la vuelta de la esquina
Pero me pregunto yo cumplo 89 años en pocos días, por ese motivo ¿voy a dejar de tener goles en mi vida?, ya que mientras yo pueda mantener la ilusión de proyectos y goles para realizar en el futuro mi vida no se ha acabado.
Mientras en la llamada tercera edad podamos tener el poder de la opción, es decir nosotros podamos decidir nuestra vida que hace y cuando hacer, y todavía podemos realizar nuestras actividades diarias, a pesar de malos presagios que destruyen nuestras ilusiones por vivir.
Dice un refrán: viejo no te quedes donde estás “abraza la vida“.
Para comprobar este dicho recuerdo a mi padre que vivió hasta los 96 años, que en paz descanse, a los 95 prendía sus velas de shabat porque mi mamá había fallecido, como lo hizo por años hacía el kidush, y para la cena pedía su copa de whisky, a raíz de esto le preguntaba a su médico que disculpa a su edad le puedo dar, a lo cual me contestaba si ese es su gusto de ninguna forma le quites los gustos que le quedan en la vida.
Por su edad dejó de tener amigos, los demás se fueron antes que él únicamente un amigo llega una vez por semana a verlo
Mi suerte es diferente, tengo amigos, aunque no los veo seguido estoy siempre en contacto con ellos, ahora existe el Whatsapp que antes no existía.
En la actualidad el viejo es activo lo confirma mi vecino que a los 88 años va a jugar tenis tres veces por semana, y yo hago bicicleta estacionaria 4 0 5 veces por semana.
Para terminar los viejos nunca debemos de decir “Ya estoy viejo para esto… No sé si debo intentarlo”.